El verso en la calculadora 2.0: Locómetro III

El verso en la calculadora 2.0

Algunas palabras entre tantos números...

Locómetro III

Hora: 10:03 am.
Ubicación: dentro del vagón.
Estación: Altamira.

Dirección: Palo Verde
Ese olorcito misterioso

Arrugó la cara y se tapó la nariz. Levantó la cabeza y busco entre decenas de narices alguna que, al igual que la suya, estuviera resguarda por una mano. Todavía no entendía la razón de su expresión, hasta que fue mi nariz, la que me contó lo que pasaba. El fétido hedor corría raudo por todo el vagón, rebotando contra los postes, ventanas y asientos; poco a poco decenas de rostros se arrugaban y contorsionaban dando la bienvenida al inoportuno intruso.
Cuando las puertas se cerraron, el olor persistía. Ayudado por el aire acondicionado, abofeteaba a cualquiera que se encontrara en su camino, haciéndolo rendirse ante él, poniendo una mano sobre su nariz.
A mí lado, tres estudiantes camisa azul se señalaban unos a otros, responsabilizándose de la propiedad del olor. Al mismo tiempo, en el asiento próximo, una señora bien emperejilada, batía afanosamente su abanico tratando de aullentar el aroma sin forma; era en vano.
Yo simplemente me aferraba al poste plateado esperando que el tren llegará a su destino. Sabía que muchos pasajeros me miraban con cautela, creyendo que había sido mi organismo el creador del innombrable hedor. No me inmuté en lo más mínimo; yo sabía algo que nadie más (entre los pasajeros) sabía.
Desde hace algunas semanas, la Estación Altamira tiene nuevo perfume. Surgiendo de los oxidados rieles, proviene un aroma fétido y tóxico que sube del fondo de la estación y se cuela a través de las escaleras. Somete a todas las narices a retorcese y pedir ser tapadas mientras recorre en círculos la estación varias veces antes de esfumarse por entre las ventanas. Cuando supe esto, no me preocupé por el olor. Sabía que algunas estaciones después, estaría completamente desvanecido.
Desde ese entonces disfruto, al igual que el dichoso aroma, del circo de caras retorcidas y arrugadas que se rinden ante el olor podrido que inunda los vagones en Altamira. Disfruto de las señoras de cuna noble que se abanican mientras miran con desdén a algún plebeyo al que culparon del hecho. Disfruto al ver a aquellos que, a sabiendas de su que su linaje no es puro ni hidalgo, gritan con fuerza y determinación: "Alguién se tiró un peooo" y disfruto, por sobre todas las cosas, de aquellos que, inocentes, miran a todas partes y asumen la culpa de algo "que no es peo suyo"
Quizás es simplemente falta de limpieza o quizás son los residuos de un ánima en pena que perdió su cuerpo en un arrollamiento y que vaga por los túneles del Metro buscando la "vuelta" de su ticket ida y vuelta.

Los demás Locómetros.

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viernes, mayo 19, 2006 4:52:00 p. m. Blogger Jessica

Demasiado bueno como lo cuentas!!! Jajaja me imagino a la gente mirandose raro...    



viernes, mayo 19, 2006 8:38:00 p. m. Blogger Heroinaescarlata

Es cierto Zord desde hace mas o menos 2 semanas la estación Altamira apesta, wuacala; mi solución, debido a que obligatoriamente debo subir y bajar en está parada es: llevarme un pañuelo impregnado de colonia, porque no hay quien pueda con esa bomba mortifera. Saludos :)    



viernes, mayo 19, 2006 8:50:00 p. m. Blogger Gadaladu...

coño muy bueno...pero ninguno le gana al de la competencia....jajajajajja...de pana, no has pensado en una bloghistoireta????????
xDxDxDxDxD
es uan estupides mi idea, o debe ser q ese es en el modo q me imagino el cuento mientras lo leo xD
Saludos!!!!    



sábado, mayo 20, 2006 3:34:00 p. m. Blogger Acerina

¡Estas historias del Metro!!! Siempre tan familiares para todos los metrodependientes como yo, jeje

Un beso...    



sábado, mayo 20, 2006 7:00:00 p. m. Blogger El Zord

Jessica: sí vale, las miradas son lo mejor.
gadaladu: gracias por tu apreciación jejeje. Una blogohistorieta es mucho tiempo de dedicación... aunque me gustaría. Deberíamos entre todos armar una, así sí!
Heroína Escarlata: tú lo has dicho. No hay quien pueda con esa bomba mortífera.
Acerina: jejeje que bien. Ya tengo mi primera metropendiente. Hay que estar pendiente a los cuentos de Alexa y de Marian.
Gabriel: chamo, ánimo, algún día nos libraremos de eso!!!    



sábado, mayo 20, 2006 11:35:00 p. m. Blogger Unknown

jeje muy buenos tus post del metro, me imagino la reacción de la gente por el olor...sobre todo las señoras de noble cuna jeje buenisimo
Saludos    



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